martes, 1 de noviembre de 2011

La Aventura de Dunker

Desde esa vez, todos los sábados y domingos a la misma hora , Pedro Simón  Valdizán volvía a encontrarse con el labrador en la puerta de la bodega y le daba un bollo de yema, que el labrador recibía con agrado y se lo llevaba a comer en el parque de las inmediaciones .
De ese modo poco a poco paso con el paso del tiempo , en el amigo más grande de toda su vida. 
A las dos y media de la tarde del sábado  Duque le recibía en la estación de autobuses , luego le acompañaba hasta su habitación y luego pacientemente esperaba que saliera a pasear para seguirlo a todo lado como si fuera su sombra .   

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